¿Qué es el TEPT Complejo? ¿Y lo padeces?

¿Alguna vez te has preguntado por qué ciertas experiencias de vida dejan una cicatriz más profunda que otras? ¿Por qué algunas personas luchan con dolor emocional y angustia persistentes mucho después de que el evento traumático haya pasado? ¿Podrías tú o alguien que conoces estar sufriendo de TEPT Complejo? Estas preguntas pueden haber pasado por tu mente, especialmente si has experimentado un trauma prolongado o conoces a alguien que lo haya hecho. Este artículo tiene como objetivo arrojar luz sobre el TEPT Complejo, su prevalencia, impacto y opciones de tratamiento disponibles. Al final, tendrás una mejor comprensión de esta condición y de cómo puedes comenzar el proceso de curación.

¿Qué es el TEPT Complejo?

El Trastorno de Estrés Postraumático Complejo (TEPT-C), también conocido como trauma complejo, es una condición psicológica que resulta de la exposición prolongada a traumas repetitivos, que generalmente involucran daño o abandono por parte de un cuidador u otra figura de autoridad. A diferencia del TEPT tradicional, que puede desarrollarse después de un solo evento traumático, el TEPT-C surge de un trauma continuo, a menudo durante períodos críticos de desarrollo en la infancia.

Judith Herman, una reconocida psiquiatra, explica el TEPT-C como, “una respuesta a un trauma prolongado y repetido, y abarca una gama de síntomas que se extienden más allá de los del TEPT, incluyendo dificultades con la regulación emocional, la conciencia, la autopercepción y las relaciones con los demás.”

Para ilustrar, imagina a un niño creciendo en un entorno donde está repetidamente expuesto al abuso, negligencia o violencia doméstica. El estado constante de miedo e inestabilidad puede tener un profundo impacto en su cerebro y psique en desarrollo, llevando al conjunto complejo de síntomas que ahora reconocemos como TEPT-C.

Comprendiendo la Prevalencia y el Impacto

La prevalencia del TEPT-C es significativa, aunque a menudo no se reporta lo suficiente. Los estudios sugieren que aproximadamente el 10-20% de las personas con TEPT cumplen con los criterios para el TEPT-C. Además, la investigación indica que alrededor del 3.8% de la población general puede verse afectada por el TEPT-C, con tasas más altas entre aquellos con antecedentes de abuso o negligencia infantil. Esto resalta la importancia de reconocer y abordar el trauma complejo tanto en contextos clínicos como sociales.

El impacto del TEPT-C en las personas es profundo y multifacético. Puede afectar gravemente la capacidad de una persona para funcionar en la vida diaria, afectando la salud mental, el bienestar físico y las relaciones interpersonales. La carga económica también es sustancial, con mayores costos de atención médica y pérdida de productividad. Un estudio publicado en el Journal of Traumatic Stress encontró que las personas con TEPT-C tienen tasas más altas de hospitalización, uso de servicios de salud mental y uso de medicamentos recetados en comparación con aquellos sin el trastorno.

El Impacto Profundo del TEPT Complejo en Adultos

Cerebro

El TEPT Complejo puede alterar significativamente la función cerebral. El trauma crónico afecta la estructura y la química del cerebro, particularmente la amígdala, el hipocampo y la corteza prefrontal. Estos cambios pueden resultar en respuestas de miedo intensificadas, memoria deteriorada y dificultad para regular las emociones. El Dr. Bessel van der Kolk, un destacado investigador del trauma, enfatiza que “el trauma no es solo un evento que tuvo lugar en algún momento en el pasado; también es la huella dejada por esa experiencia en la mente, el cerebro y el cuerpo.”

Los estudios de neuroimagen han demostrado que las personas con TEPT-C a menudo exhiben hiperactividad en la amígdala, el centro del miedo del cerebro, lo que lleva a una mayor ansiedad y vigilancia. Mientras tanto, el hipocampo, crítico para la formación de la memoria y la regulación emocional, puede reducirse, lo que contribuye a las dificultades para procesar e integrar los recuerdos traumáticos. La corteza prefrontal, responsable de las funciones ejecutivas y el control de los impulsos, también puede verse comprometida, lo que resulta en una toma de decisiones y una regulación emocional deficientes.

Cuerpo

El cuerpo se aferra al trauma de maneras que pueden manifestarse como dolor crónico, fatiga u otros síntomas físicos inexplicables. La investigación muestra que las personas con TEPT-C tienen un mayor riesgo de varios problemas de salud física, incluyendo enfermedades cardiovasculares, trastornos autoinmunes y síndromes de dolor crónico. La experiencia somática, un enfoque terapéutico que se centra en las sensaciones del cuerpo, a menudo se utiliza para abordar estas manifestaciones físicas del trauma.

El Dr. Gabor Maté, experto en trauma y adicción, explica que “el cuerpo lleva la cuenta, y el trauma se almacena en el cuerpo, manifestándose en dolencias físicas y condiciones de salud crónicas.” Esta comprensión subraya la importancia de abordar tanto los aspectos psicológicos como fisiológicos del trauma en el tratamiento.

Comportamiento

El TEPT-C puede llevar a comportamientos desadaptativos, como el abuso de sustancias, la autolesión o los trastornos alimentarios, a medida que las personas intentan hacer frente a sus emociones abrumadoras. Estos comportamientos a menudo perpetúan el ciclo del trauma, lo que lleva a un mayor daño psicológico y físico. Por ejemplo, una persona podría recurrir al alcohol o las drogas para adormecer su dolor emocional, pero esto puede llevar a la adicción y a problemas de salud adicionales.

Además, las personas con TEPT-C pueden participar en comportamientos autodestructivos como una forma de lidiar con sus sentimientos de inutilidad y desesperación. Estos comportamientos, aunque proporcionan un alivio temporal, en última instancia refuerzan las creencias y emociones negativas asociadas con su trauma.

Creencias

El trauma altera fundamentalmente el sistema de creencias de uno. Las personas con TEPT-C pueden desarrollar sentimientos profundos de inutilidad, culpa o vergüenza. Pueden luchar con un sentido generalizado de desesperanza o creer que están dañados permanentemente. Estas creencias negativas pueden obstaculizar el crecimiento personal y la recuperación.

Por ejemplo, una persona con TEPT-C podría creer que no es digna de ser amada o incapaz de lograr el éxito, lo que lleva a comportamientos de autosabotaje y una renuencia a buscar oportunidades para el desarrollo personal y profesional. Desafiar y replantear estas creencias distorsionadas es un aspecto crucial de la intervención terapéutica.

Relaciones

Las relaciones interpersonales a menudo se ven gravemente afectadas por el TEPT-C. Los problemas de confianza, el miedo a la intimidad y la dificultad con la regulación emocional pueden llevar a relaciones tensas con familiares, amigos y parejas románticas. Las personas con TEPT-C también pueden encontrarse en ciclos repetidos de relaciones poco saludables, ya que sus respuestas al trauma influyen en sus interacciones con los demás.

La teoría del apego proporciona información sobre cómo el trauma temprano afecta los patrones de relación. El trabajo del Dr. John Bowlby sobre el apego destaca que los apegos seguros en la infancia son críticos para un desarrollo emocional saludable. Sin embargo, el trauma crónico interrumpe este proceso, lo que lleva a estilos de apego inseguros y dificultades para formar y mantener relaciones saludables.

Opciones de Tratamiento Efectivas para el TEPT Complejo

Psicoterapia

Varias formas de psicoterapia han demostrado ser efectivas para tratar el TEPT-C. La Terapia Cognitivo Conductual (TCC), particularmente la TCC centrada en el trauma, ayuda a las personas a procesar y replantear sus experiencias traumáticas. La Desensibilización y Reprocesamiento por Movimientos Oculares (EMDR) es otra terapia basada en evidencia que ayuda a reducir la angustia asociada con los recuerdos traumáticos.

La Terapia Dialéctica Conductual (TDC), originalmente desarrollada para el trastorno límite de la personalidad, también ha mostrado ser prometedora en el tratamiento del TEPT-C. La TDC se centra en desarrollar habilidades en la regulación emocional, la tolerancia a la angustia, la efectividad interpersonal y la atención plena, proporcionando a las personas herramientas para manejar sus síntomas y mejorar su calidad de vida.

Terapia Psicodélica

La investigación emergente sugiere que los psicodélicos como la MDMA y la psilocibina pueden ser efectivos en el tratamiento del TEPT-C. Estas sustancias, cuando se usan en un entorno terapéutico controlado, pueden ayudar a las personas a procesar el trauma al mejorar la apertura emocional y fomentar una conexión más profunda con sus experiencias internas. Los ensayos clínicos han mostrado resultados prometedores, con muchos participantes experimentando reducciones significativas en los síntomas del TEPT.

Por ejemplo, un ensayo clínico de fase 3 realizado por la Asociación Multidisciplinaria de Estudios Psicodélicos (MAPS) encontró que el 67% de los participantes que recibieron terapia asistida por MDMA ya no cumplían con los criterios para el TEPT después de dos meses, en comparación con el 32% en el grupo placebo. Estos hallazgos sugieren que la terapia asistida por psicodélicos podría ser un tratamiento innovador para el TEPT-C.

Prácticas Somáticas

Las terapias somáticas, como la Experiencia Somática (ES) y la Psicoterapia Sensoriomotriz, se centran en la conexión entre la mente y el cuerpo. Estos enfoques tienen como objetivo liberar el trauma almacenado en el cuerpo y restaurar una sensación de seguridad y equilibrio. Técnicas como la atención plena, el yoga y la respiración también son beneficiosas para controlar los síntomas físicos del trauma.

El Dr. Peter Levine, el desarrollador de la Experiencia Somática, explica que “el trauma es un hecho de la vida, pero no tiene por qué ser una cadena perpetua”. Al abordar los aspectos fisiológicos del trauma, las terapias somáticas ayudan a las personas a procesar y liberar la energía traumática almacenada, lo que lleva a un mejor bienestar emocional y físico.

Medicación

En algunos casos, se pueden recetar medicamentos para controlar los síntomas del TEPT-C. Los antidepresivos, en particular los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), pueden ayudar a aliviar la depresión y la ansiedad. Otros medicamentos, como los estabilizadores del estado de ánimo y los antipsicóticos, se pueden usar para abordar síntomas específicos.

Los medicamentos a menudo se usan junto con la psicoterapia para proporcionar un enfoque integral del tratamiento. Es importante trabajar en estrecha colaboración con un proveedor de atención médica para encontrar el medicamento y la dosis correctos, ya que las respuestas individuales pueden variar.

¿Cómo saber si tienes TEPT Complejo?

Reconocer los síntomas del TEPT-C es el primer paso hacia la curación. Los síntomas comunes incluyen:

  • Dificultad para regular las emociones.
  • Sentimientos persistentes de tristeza o vacío.
  • Sentimientos de impotencia o desesperanza.
  • Flashbacks o recuerdos intrusivos del trauma.
  • Evitación de recordatorios del trauma.
  • Hipervigilancia o respuesta de sobresalto intensificada.
  • Dificultad para mantener relaciones.
  • Percepción negativa de sí mismo y sentimientos de culpa o vergüenza.

Para determinar si tienes TEPT-C, puedes realizar una prueba de evaluación. Te invito a realizar una evaluación gratuita de TEPT-C. Esta prueba, basada en herramientas clínicas validadas, puede ayudarte a comprender tus síntomas y guiarte hacia las opciones de tratamiento adecuadas.

Además de la autoevaluación, es crucial buscar una evaluación profesional de un terapeuta o psicólogo licenciado. Ellos pueden proporcionar una evaluación integral y desarrollar un plan de tratamiento personalizado adaptado a tus necesidades específicas.

Da el primer paso hacia la curación

Si tú o un ser querido están luchando con los síntomas del TEPT Complejo, sepan que no están solos y que hay ayuda disponible. Como terapeuta de trauma, maestra, autora y coach de mindfulness certificada, entrenada por los expertos de renombre mundial Dr. Bessel van der Kolk y Dr. Gabor Maté, estoy aquí para apoyarte en tu camino hacia la curación.

Te invito a reservar una sesión gratuita conmigo. Juntos, podemos explorar tus experiencias, identificar el impacto del trauma y desarrollar un plan personalizado para la recuperación. Da el primer paso para reclamar tu vida y construir un futuro libre de las sombras de tu pasado.

Lecturas y fuentes recomendadas

  1. Herman, J. L. (1992). Trauma and Recovery: The Aftermath of Violence—From Domestic Abuse to Political Terror. Basic Books.
  2. van der Kolk, B. (2014). The Body Keeps the Score: Brain, Mind, and Body in the Healing of Trauma. Viking.
  3. Maté, G. (2008). In the Realm of Hungry Ghosts: Close Encounters with Addiction. Knopf Canada.
  4. American Psychiatric Association. (2013). Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (5th ed.). Arlington, VA: American Psychiatric Publishing.
  5. World Health Organization. (2018). ICD-11: International Classification of Diseases 11th Revision. Retrieved from WHO ICD-11
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